lunes

The Beatles

Apple Records - 1968


¿Cómo llamar a un álbum que no tiene nombre? ¿Cómo nombrar un disco que no puede ser resumido en un nombre? El álbum blanco es la cúspide en la trayectoria creativa de The Beatles. Es un álbum panorámico, que atraviesa -y es atravesado por- una diversidad sonora incapaz de ser contenida en un sólo disco: una obra monumental, una master piece tallada con el diamante de la ruptura: es el surco delgado, el delineado del corte final; ese que se hace brecha en Let it be y abismo insalvable en Abbey Road. Es un álbum fragmentario, escindido, el giro definitivo hacia el final. Es un álbum de anticipo, la puntada inicial de los siguientes veinte años de la música moderna contemporánea, el ADN fundacional. Es decir, es la síntesis del camino que los fabulosos cuatro comenzaran en plena adolescencia. Es la miríada que produce un cristal esquirlado, las voces de cada uno de The Beatles componiendo -en secuencia metonímica- un gran collage que se convierte en un complejo vitreaux coral. Si hubiera que enviar al espacio un disco, como una botella al mar, que represente una época, sin duda este es el que se llevaría la mayoría de los méritos. Aún a pesar de ese bochorno musical llamado Ob-La-Di, Ob-La-Da, el peor tema musical de la historia del pop: quizás una mente superior lo entienda como un ejemplo de lo que puede producir el mal uso del genio musical.