viernes

John Mayall - Sense of place

Island - 1990


Si un sonido podía identificarse con la geografía sureña norteamerica, era el blues. Eso hasta la llegada, cuando no, de un inglés: el seños John Mayall. Sense of place es un disco que abona esa geografía, aún en la distancia conceptual y estética; aún en el respeto a rajatabla por el estilo, incluso buceando en las sutiles diferencias, en los pequeños abismos de los que el blues es posible. Si tenemos en cuenta que muchachos de la talla de Eric Clapton o Peter Green abrevaron, en su juventud, en las fuentes de Mayall, puede adivinarse que clase de músico es el maestro por el sonido de sus discípulos. A los 57 años, el señor Mayall concibió esta obra en la que el viejo género se renueva, no debido a la inclusión de agentes estéticos externos sino a partir de apegarse a la mística blusera y hacer que se mueva el cuerpo, que la cabeza flote en los acordes arrastrados. Si como muestra basta un botón, puede decirse que si alguien escucha Congo square sin mover un músculo, muy probablemente no se encuentre en el mundo de los vivos.