lunes

Amos Lee - Amos Lee

Blue Note Records - 2005

De algún modo llegó. Y encajó peferctamente en ese borde oscuro donde el soul roza con la FM. La voz de Amos vibrando -como podría haberse escuchado en un equipo JVC monoaural con televisor en blanco y negro- para poner terciopelo sobre una música serena, compacta, ajustada. Lo escucho y no puedo dejar de imaginar la silueta de mi mujer a la luz tenue de unas velas, la charla distendida: todo fluye. El disco acompaña y, si uno lo permite, lleva por caminos sin sobresaltos. Incluso cuando el funk nos hace mover el pie y la cabeza asegurando que el tal Amos sabe hacer las cosas bien. Es probable que al finalizar la escucha la sensación de que la felicidad es posible invada a un alma oscura. A no desesperar, el efecto Lee desaparece sin dejar resaca. Como el buen vino.


miércoles

Screaming Headless Torsos - 1995

Fuzelicious Morsels - 1995


Screaming Headless Torsos es una de las excursiones musicales de ese enloquecido sujeto llamado David Fiuczynski, cosa que desconocía en la primera escucha. Sin embargo, la esencia de su arte me produjo exactamente lo mismo que cuando escuché su producción solista Jazzpunk: no pude llegar al último tema sin tener la sensación de haber metido la cabeza adentro de una licuadora. Esto no quita el haber quedado maravillado con muchos de los pasajes de un disco que no tiene la pretensión del agrado sino las huellas de un auténtico acto creativo sin conseciones a la oreja ajena. Todo enmarcado en el respeto por la música producida y el cuidado del sonido. 1995 se transforma en una invitación a uno de esos viajes que terminan con algo de aturdimiento, un jetlag estético. Un disco con el que no se podrá trepar a los charts ni escuchar en la FM pero que tiene el valor de esos vértigos que producen las montañas rusas del sonido.


lunes

Jack Johnson - In Between Dreams

Universal - 2005

Hay crestas de la ola y crestas de la ola. Unas son usadas como metáfora del punto más alto al que alguien puede llegar con algo. Por otro están esas crestas de las olas reales, las que los muchachos como Jack trepan con sus tablas de surf. Uno, desde afuera, los ve deslizarse plácidamente sin sentir -uno mismo- la tensión del músculo, la fuerza del mar, la sutileza del equilibrio. Así como se perpetúa en imágenes una buena cabalgata en la cresta de una ola, sin rispideces ni caídas, transcurre la escucha de In between dreams. Buena compañía, oído relajado, precisión y poca parafernalia. Una sencillez que, en base a buenas melodías, me dan unas tremendas ganas de volver a la posada de Praia do Rosa en que lo escuché por primera vez, desayunando en compañía de mi amada, preludio de playa, sol, mar y amar.


viernes

The information - Beck

Interscope Records - 2005



The information empieza con el señorito Beck diciendole a su banda "One, two, you know what to do" porque él sabe que saben qué hacer. De allí en más el blondo y burbujeante californiano y sus amigos dibujan un disco que tiene todo lo que una obra de Beck tiene que tener: canciones que giran mágicamente; comienzos que amagan hacia un lado y salen hacia el otro como un buen número 10 en la cancha y en la traza de su primer álbum comercialmente conocido: Odelay; finales enroscados que se pierden, confunden, hacen ruido; y talento, mucho talento. Con tal principio, uno no puede dejar de pensar en The Information como una gran ironía musical del tiempo hiperveloz, hiperinformado. Un canto sobre el desgaste de la robotización de la estética, de la necesidad del mercado de reducir la vida a la velocidad con que se la viva: la superposición rítmica como forma del vértigo en 1000BPM; BPM, acrónimo de bits per minute que define tanto a un parámetro en la música como para los latidos del corazón.

El gran comienzo con Elevator music toma, en lo nominal, el concepto de música para shoppings, celulares y ascensores (liviana, blanda, sin riesgo), pero el mago Beck lo convierte en una parodia que lo aleja de la experimentación estética de Brian Eno en su Ambient1/Music for Airports. No sentía impacto similar en el primer corte de uno de sus discos desde que, caminando por la calle, me puse los auriculares, apreté play y en mis oídos comenzó a sonar Cold Brains, puntapié de esa maravilla llamada Mutations. The information es una extraña perla en el collar que la dupla Beck/Godrich está produciendo. Los íntimos e intimistas Mutations y Sea changes fueron puntos de inflexión, cambios, búsquedas en el camino del músico. Esta última producción suena más a esencia Beck metiéndose en la piel del productor. Para el californiano ha pasado ese manotazo de ahogado que fue Güero (receta remanida, intento de reaseguro de una fórmula exitosa anterior; como esos escritores que, presionados por el contrato editorial, rescatan cuadernos rojos, biografías imposibles, pecados narrativos juveniles) paa darle paso a la rectificación del camino, a una apuesta renovada y redoblada: ese es el sonido de The information.